El primer periódico deportivo que logró alcanzar periodicidad diaria en España estuvo vinculado al Partido Nacionalista Vasco. El 31 de marzo de 1924 apareció en los quioscos de prensa de Bilbao el Excelsior. Aquellas páginas de tinta negra sobre papel habían sido concebidas por Javier de Cortázar.
“Atender el clamoroso requerimiento de cuantos amando a la patria, no ven para ella otra solución que libertarla de los profesionales de la política”, fue el motivo esgrimido por el capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, en el manifiesto con el que dio el golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923.
No se opuso el Rey Alfonso XIII; le permitió formar un gobierno militar, disolver las cortes o suspender las garantías constitucionales. Censurar la prensa fue uno de los primeros pasos de la dictadura. Pero sobre todo la prensa nacionalista. El llamado separatismo (catalán, vasco y gallego) fue una de las mayores preocupaciones de Primo de Rivera.
El PNV estaba dividido. Por un lado apareció ‘Aberri’ (patria); por el otro Comunión Nacionalista Vasca. Las dos facciones tenían vinculación con la prensa. Aberri lo tenía con una publicación con su mismo nombre. Comunión Nacionalista Vasca tendió hilos con Euzkadi y La Tarde. Fueron estas dos publicaciones las que decidieron lanzar un nuevo diario deportivo a fin de sanear su la situación económica.
Ya habían existido, y existían, revistas y semanarios. Pero nadie, ni siquiera Mundo Deportivo, nacido en 1906, había apostado por llegar cada día a las manos de sus lectores.
Le fue bien al nuevo diario. Llegó a alcanzar los 20.000 ejemplares de tirada. El deporte, sobre todo fútbol, ciclismo y boxeo, era un fenómeno de masas.
Escribieron Juan Irigoyen, Castor Uriarte, Ramiro Bourgeaud y Guerricaechevarría, pero brilló de forma individual la figura de su fundador y director: Jacinto Miquelarena. Un personaje que según las historiadoras María Cruz Seoane y María Dolores Sáiz “creó un estilo de crónica deportiva, de fino humor”. Dotó de identidad una rama del periodismo entonces necesitada de talento.
El propio Jacinto Miquelarena, director de Radio Nacional en la Guerra Civil, deja testimonios valiosos sobre el fútbol de la época. Afirma en su libro Stadium. Notas de Sport que “el fútbol vino a España por Bilbao” o que “el dribling ciega a la muchedumbre y la cautiva, como una joya. La belleza del fútbol está más bien en el jugador que mata sus deseos de correr la pólvora y va desnudo a la velocidad”. Bajo su dirección, el diario cosechó un gran éxito. Tanto, que llegó a organizar la primera Vuelta Ciclista al País Vasco en 1929. Las tensiones en el seno del nacionalismo vasco provocaron el cierre del periódico en 1931. Ese mismo año, el 11 de octubre volvió a aparecer con el nombre de Excelsius, y José Ramón Basterra en la dirección.