El primer campeón europeo británico no fue un equipo inglés, sino un conjunto escocés, el Celtic de Glasgow, que sorprendió a todos por su gran actuación en el prestigioso torneo del año 1967. Su rival en la finalísima fue el Inter de Milán, entonces entrenado por el mago Helenio Herrera.

ELIMINATORIAS ANTERIORES

El Celtic dirigido por Jock Stein contaba en su plantilla con Billy McNeill, Tommy Gemmell, Bobby Murdoch, Jimmy Johnstone o Bobby Lennox, jugadores que meses después se ganarían el apodo de los ‘Leones de Lisboa’. En su camino hacia la final se deshicieron del Zürich con dos grandes partidos de Gemmell, el Nantes, la Vojvodina al remontarle un 1-0 en Celtic Park y el Dukla de Praga de Ivo Viktor y Masopust por un parcial de 3-1.

Mientras que el conjunto nerazzurri dirigido por Helenio Herrera había sido campeón en 1964 y 1965 y aún contaba entre sus integrantes a Sarti, Burgnich, Facchetti, Corso o Sandro Mazzola. En la primera ronda eliminaron al Torpedo de Moscú después de un tanto en propia puerta de Voronin en el Giuseppe Meazza y posteriormente siguieron el mismo camino Vasas, Real Madrid y CSKA de Sofía tras un desempate en Bolonia con una diana de Cappellini.

EL CHOQUE POR LA OREJONA

La final se celebró en el estadio Nacional do Jamor de la capital portuguesa y acogió a unos 55.000 espectadores, la mayoría escoceses que habían invadido Lisboa desde varias horas antes. El duelo comenzó a las 17:30 horas bajo un calor sofocante que no impidió que el césped estuviese en magníficas condiciones para la práctica del balompié.

Fotografía de storiedicalcio.altervista.org

El Celtic desde el primer instante demostró sus intenciones y empezó arrollando a un Inter de Milan que pronto echó de menos a su arquitecto en la medular Luis Suárez. Los escoceses no jugaban un fútbol alegre y vistoso, pero si muy directo, vertical y resolutivo. Mientras tanto el Inter dirigido por Helenio Herrera decidió acularse, defender y esperar su oportunidad. Y esta llegó en el minuto seis. Capellini penetró en el área tras un pase de Mazzola y el defensa Craig le derribó, señalando el punto de penalti el colegiado Tschenscher. Sandro Mazzola, hijo del mítico emblema del Torino Valentino, disparó con suavidad y colocación y firmó el 0-1.

La misión a partir de entonces del Celtic se antojaba muy complicada, tener que remontar a un equipo con un gran esquema defensivo y que realizaba un fenomenal trabajo en la zaga. Para ello los de Glasgow imprimieron un alto ritmo que los nerazzurri se mostraron incapaces de seguir. Las ocasiones surgían con mucha celeridad en el marco italiano y en el minuto 10 Auld disparó al larguero y un minuto después Lennox chutó fuera. En el resto de la primera mitad la tónica no cambió y Sarti se convirtió en protagonista al repeler disparos de Gemmell y Murdoch. Únicamente Mazzola tenía presencia ofensiva en el Inter aunque su tiro lejano fue un regalo para el arquero Simpson.  

Al descanso se premiaba la racanearía italiana y el 0-1 todavía campeaba en el marcador. Nada más reanudarse el juego Sarti tuvo que volver a emplearse con maestría para detener justo en la raya un remate del lateral izquierdo Gemmell. Los minutos pasaban y la presión del Celtic era más y más agobiante. El Inter no existía en el juego de ataque y el cansancio lo comenzaron a notar jugadores importantes como Mazzola, Domenghini o Corso, futbolistas de ataque que encorsetados por su entrenador perseguían a sus rivales. La larga temporada del Inter les hizo llegar con la reserva en el plano físico y en la final fue un lunar demasiado grande.

Pasado el primer tercio de la segunda mitad por fin los hinchas escoceses pudieron respirar aliviados con el gol del empate. Craig combinó con Gemmell y el lateral del Celtic batió a Sarti con un poderoso chut que se coló por alto en la meta transalpina. La igualada envalentonó a los pupilos de Jock Stein que buscaron con ahínco ponerse arriba en el choque.

Sarti continuaba ganándose el sueldo evitando una clara derrota de su equipo y aguando la tarde con sus intervenciones a Murdoch que en el minuto 20 y el 32 marró dos ocasiones. Antes también otro larguero salvador repelió un tiro de Gemmell que estaba volviendo loco a los defensas italianos. Sin embargo a seis minutos de la conclusión el cántaro se rompió. Una indecisión en el eje defensivo del Inter lo aprovechó Murdoch para disparar y en el trayecto hacía la portería el medio Auld desvió el esférico para desesperación de Sarti. Era el 2-1 y la sentencia del partido.

El cuadro nerazzurri no tuvo aproximaciones de peligro en los compases finales y el Celtic se proclamó campeón de Europa con todo merecimiento. El papel del Inter decepcionó a todos y la victoria del Celtic se calificó corta viendo el transcurso del partido. Sarti había sido el jugador más destacado de los italianos y en el bando escocés todos los elogios fueron para Gemmell que tuvo una actuación soberbia.

El capitán McNeill recibió el trofeo de manos del presidente de Portugal, el almirante Américo Tomás y, a continuación, bajó al césped para festejar el triunfo junto a sus compañeros y cientos de aficionados que habían invadido parte del terreno de juego.

PARTIDO COMPLETO

FICHA TÉCNICA

Copa de Europa (final): Celtic FC 2 – 1 Inter de Milán

Estadio: Nacional de Portugal (45.000 espectadores)

Arbitro: Kurt Tschenscher (FRG)

ALINEACIONES

CELTIC FC: Ronald Simpson; James Craig, William McNeill (c), Thomas Gemmell, Robert Murdoch, John Clark, James Johnstone, William Wallace, Stephen Chalmers, Robert Auld, Robert Lennox. DT: John Stein

INTER DE MILÁN: Giuliano Sarti; Tarcisio Burgnich, Aristide Guarneri, Giacinto Facchetti, Gianfranco Bedin, Armando Picchi (c), Angelo Domenghini, Sandro Mazzola, Renato Cappellini, Mauro Bicicli, Mario Corso. DT: Helenio Herrera

GOLES

Sandro Mazzola [pen] (0-1 m. 11), Thomas Gemmell (1-1 m. 63), Stephen Chalmers (2-1 m. 84)