El gobernador civil de Barcelona dictó la suspensión absoluta de la actividad deportiva del Barça por un periodo de seis meses. Joaquín León Milans del Bosch y Carrió hizo así tambalear la existencia del club blaugrana. Sólo la reacción popular, las medidas de la Federación Catalana de Fútbol y las influencias Arcadi Balaguer en la presidencia mantuvieron activas las constantes vitales de un club cuya salud parece hoy inquebrantable.
14 de junio de 1925. Gran entrada en el Camp de Les Corts. Domingo veraniego para homenajear a la sociedad coral Orfeó Català. ¿Qué mejor tributo que reunir en un rectángulo de juego a los dos flagrantes campeones catalanes? Si bien la primera temporada del húngaro Jesza Poszony en el banquillo del Barcelona se había saldado con la conquista de la Copa de España y la Copa de Cataluña, el humilde CE Júpiter, lejos de quedarse atrás, se convirtió en campeón de la segunda categoría catalana y de España del Grupo B, actual segunda división. Se cuenta que ambos equipos salieron campeones el 10 de mayo, por lo que los jugadores del CE Júpiter, que habían viajado a Valencia, decidieron esperar en Reus a la expedición del Barcelona, que venía de Sevilla, y así tener un recibimiento multitudinario compartido.
A pesar de los festejos, el partido se celebró en un clima de controversia. Desde el Golpe de Estado de 1923, España vivía bajo la dictadura de Primo de Rivera. En ese contexto político, las autoridades de la época decidieron no conceder el permiso para la celebración del homenaje y del partido. Entendían que “tenía un carácter reivindicativo de la lengua y de la cultura catalana”, escribe Lluis Lainz en De puertas adentro. A pesar de la prohibición, la directiva presidida por Joan Gamper decidió seguir adelante con lo previsto.
El caso es que, en el descanso, la banda de música de un buque británico atracado en el puerto interpretó la Marcha Real. Los asistentes, cerca de 14.000 personas, silbaron el himno de España. Instantes después, la orquesta de la Royal Navy pasó a interpretar el God Save the Queen, que fue recibido entre aplausos.
Cuando el balón echó a rodar, sin embargo, no hubo mayor sorpresa. Las diferencias eran demasiado grandes. El Barça, con 25 años de historia recién cumplidos, imponía su autoridad año tras año en el campeonato regional. Al mismo tiempo, se batía en duelo con los conjuntos vascos para ver quién lograba obtener más títulos nacionales.
Por su parte, dos meses antes de la Semana Trágica, en la Cervecería Cebrián, ubicada en el barrio obrero e industrial de Poble Nou, fue concebido el CE Júpiter. El fútbol que practicaba en aquella época fue descrito por Andreu Mitjans en la Revista Icària del siguiente modo: «El concepte de futbol que va practicar la gent dels primers temps del club era modest i humil, cosa inseparable de l’autèntic esperit esportiu”.
Así, Sagi-Barba (de penalti), Paulino Alcántara, segundo máximo goleador de la historia del Barça, y Cristòfol Martí, fijaron el 3-0 final en el marcador, materializando la superioridad de los blaugrana.
ESCUDOS DEL CE JÚPITER Y CIERRE DE LES CORTS
Las reacciones a la pitada del himno nacional se hicieron esperar unos días, pero llegaron. El Júpiter ya había tenido un ligero conflicto con el régimen. En 1924 se vio obligado a mudar de escudo. En el inicial, muy parecido al que tiene actualmente, aparecían una estrella de cinco puntas azul y las cuatro barras, que recordaban a la de la bandera de Cataluña. Esta vez las sanciones recayeron sobre el FC Barcelona y el Orfeó Català.
El 24 de junio Milans del Bosch convocó a los periodistas. Les entregó los textos de la resolución adoptada, que debían ser publicada al día siguiente en los diarios. El gobernador civil se quejó de que Joan Gamper no había comunicado que se trataba de un homenaje al Orfeó Catalá. Además, habló de la “descortesía y desconsideración con la que se escuchó la Marcha Real española”, lo que constituía “un acto de incalificable desafecto a la patria, con el agravante de producirse ante extranjeros”, causa por la que el estadio quedó clausurado y el FC Barcelona suspendido como sociedad durante seis meses, sin poder utilizar ninguno de sus símbolos. Además de comunicar a la Federación Catalana de Fútbol lo “doloroso” que ha sido tomar la decisión, se declaró la “suspensión del Orfeó Català”.
JOAM GAMPER SE MARCHA
A Joan Gamper le invitarían a marcharse de España. Ya lo había solicitado Justo Conde, comandante de seguridad, al escribir el informe de lo sucedido. Intentaría el suizo rebajar el castigo al alegar que «si la Marcha Real no se oyó con la devoción debida fue por no hallarse preparado el público, y de ahí que se produjeran siseos». Hizo las maletas y anunció que nunca más sería el presidente del club que fundó.
En diciembre llegó Arcadi Balaguer, cuya buena relación con el Rey Alfonso XIII hizo que la sanción se redujera a tres meses. Balaguer consiguió reunir el apoyo popular y económico suficiente para salvar de la quiebra al FC Barcelona, aspecto en el que destacó la aportación de la Banca Jover y los socios. Asimismo, la Federación Catalana retrasó el inicio de las competiciones a la espera de que el Barça cumpliera su sanción.
Cuenta Antoni Segura para El Periódico que Josep Suñol, presidente del Barcelona desde 1935 hasta 1936, año en que falleció en la Sierra de Guadarrama durante la Guerra Civil, afirmó en una conferencia titulada Deporte, escuela de ciudadanía, que lo sucedido en el homenaje al Orfeó Catalá le hizo darse cuenta “de la relación [que existe] entre el estadio y la calle”.
FICHA TÉCNICA
Homenaje al Orfeó Català: FC Barcelona 3 – 0 CE Júpiter.
Estadio: Les Corts, Barcelona (14.000 espectadores)
Árbitro: Vilalta (España)
ALINEACIONES
FC BARCELONA: Bruguera; Walter, Surroca, Torralba (c), Sancho; Goiri, Bosch, Arnau, Martí, Alcántara y Sagi.
CE JÚPITER: Ibars; Orti, Martín, Peiró, Callico (c); Montoliu, Gil, Martínez, Vey; Santamaría y Silvestre.
GOLES
Sagi (1-0), Alcántara (2-0), Martí (3-0)